Cada vez más y más adolescentes sienten que el colegio no les aporta nada útil ni práctico para afrontar los problemas de la vida cotidiana.
La educación emocional promueve entre los jóvenes una serie de valores que les permitan descubrir su propio valor y así aportar lo mejor de ellos mismos a la sociedad. Entre ellos destacan: autoconocimiento (conocerse a si mismo para conocer limitaciones y potencialidades), responsabilidad (para alcanzar la madurez como seres humanos), felicidad, amor, talento y bien común.
En el artículo "La educación exige emociones" del periódico El país podéis leer más sobre las ventajas que aportan las emociones a la educación.
Las habilidades emocionales ganan protagonismo en la formación y el desarrollo personal de los jóvenes y, por eso, el programa eduCaixa ha lanzado un conjunto de recursos gratuitos que ayudan a introducir en las aulas los aspectos emocionales y sociales. En el artículo de "Educación socioemocional en el aula para el éxito del estudiante" del periódico 20 minutos tenéis más datos sobre esta iniciativa.
Un saludo enorme. Ángela.
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